Alejandra Alarcón Aránguiz

Concepto:

Desde muy pequeña percibí y viví el patriarcado de manera intuitiva, no entendía algunas situaciones dentro de mi familia, entorno cercano y en la sociedad en general. Yo veía tremendas mujeres, que no solo eran madres y dueñas de casas, eran además el sustento económico de sus hogares o incansables y destacadas dirigentas. 

Con el paso del tiempo fui sumando otros referentes femeninos que impactaron tanto como aquellas de la infancia. Empecé a leerlas, escucharlas y sentirlas. Mujeres que de una u otra forma aportaron con su ser y su hacer a una sociedad que les era esquiva. 

Entonces había que homenajearlas, así que inicié este viaje con Violeta Parra, ejemplo de lucha y rebeldía. Ella no se postergó a pesar de la maternidad, no se quedó en casa dedicada a las labores domésticas, ella, contra viento y marea, siguió su vocación, su intuición, su sentir. Sin el huracán que habitaba su ser no habríamos podido disfrutar de su maravilloso y rico legado.

Aunque desde niña se vincula con el textil, desde la costura y bordado, gracias al oficio de modista que desempeñaba su madre, es solo en la adultez cuando Alejandra Alarcón comienza a desarrollar diversas técnicas tintóreas, aprendidas de manos de dos grandes artistas textiles chilenas: Ana Solervicens e Inge Dussi. En la actualidad, se dedica a la investigación, experimentación con nuevas técnicas, en su taller de Cuneo, Italia.